El chocolate negro es siempre el más provechoso para la salud, sobre todo si está poco procesado y tiene un gusto entre dulce y amargo. En cambio, el proceso de hacer chocolate con leche, muchas de las propiedades originales se pierden, lo que se multiplica en la producción del chocolate blanco, que mantiene toda la grasa y las calorías del proceso y pierde todos los antioxidantes y los flavonoles, un ingrediente presente en muchas plantas que tiene usos terapéuticos asociados a la función pulmonar, la demencia y el colesterol.
También puede ser útil buscar que tipo de grasa se usa para producir el chocolate. En las descripciones que encontramos mantequilla de cacao, tendremos la garantía de que el producto ha sido procesado con una grasa saturada que no hace aumentar el colesterol. Además, conviene fijarse en los niveles de cafeína de determinado tipos de chocolate, puesto que además de mantenernos despiertos o poder provocarnos ansiedad, es específicamente contraindicada en momentos puntuales como el embarazo.
El chocolate contiene muchas calorías sobretodo si no contiene el valor suficiente de cacao, a mayor cacao menor son las calorías, por ello se recomienda la consumación de chocolate oscuro, el cual contiene el 70% de concentración de cacao, entre más cacao más amargo será el chocolate pero es igual o más saludable que otros tipos de chocolate y se puede emplear para otras comidas como los licuados, helados, etc.
Pero gracias a que el cacao contiene una riqueza en polifenoles, es un producto natural que ayuda a reducir y quemar grasas, ya que ayuda por un lado a eliminarlas, a la vez que evita su acumulación.
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